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¿Cómo optimizar nuestra WiFi utilizando el canal más adecuado?

No siempre es culpa de nuestro operador o del router que la conexión inalámbrica a Internet vaya lenta. Y es que quizás no hemos elegido el mejor canal WiFi disponible.

Hoy en día, la mayoría de los routers proporcionan banda dual, lo que significa que disponen de señal WiFi en las frecuencias de 2.4 GHz (13 canales) y en 5 GHz (25 canales) y esto, en la práctica, es como si tuviéramos dos posibilidades de acceso a Internet. La diferencia principal entre ellas es la velocidad máxima que pueden alcanzar y el rango de cobertura o lo lejos que puede llegar la señal.

En esencia, la frecuencia de 2.4 GHz suele tener mayor cobertura, menor velocidad de conexión y es susceptible de tener más interferencias (por contar con menos canales). Por el contrario, la frecuencia de 5 GHz tiene mayor problema para superar obstáculos como paredes por lo que su radio de acción es menor, pero permite velocidades superiores de conexión y al tener más canales disponibles, los dispositivos conectados a ella tienen más espacio en el que repartirse.

La cobertura 5 GHz de tu router puede no llegar a las habitaciones más alejadas de tu casa mientras que la 2.4 GHz es más que probable que llegue a toda tu vivienda con mayor o menor señal, dependiendo de la distancia al router.

Una de las características de las redes WiFi son los canales del espectro electromagnético. A modo de símil, estos canales son como los carriles de una autopista por los que transitan nuestros datos en cada banda de frecuencias. Cada router establece una conexión WiFi, conduciendo por el canal elegido todo el tráfico que maneje.

Si el canal que estamos utilizando está saturado por múltiples conexiones, como por ejemplo las redes WiFi de los vecinos, o tiene interferencias de otros canales próximos, es muy posible que suframos problemas de velocidad, pérdida de paquetes de datos y latencia alta, por lo que la calidad y estabilidad de nuestra conexión a Internet será muy pobre, lejos de las que teóricamente deberíamos alcanzar en nuestros dispositivos.

Los dispositivos más antiguos solo funcionan en la frecuencia de 2.4 GHz y para dispositivos donde la velocidad sea esencial (Smart TV, consolas…) utiliza siempre que puedas 5 GHz.

Si tenemos problemas con nuestra conexión WiFi de casa es conveniente realizar periódicamente un mapeo o croquis de la situación general de los canales WiFi a nuestro alrededor para verificar cuáles están más libres y comprobar si hay alguno que nos ofrezca menos interferencias y más garantías de una conexión rápida y estable.

Para ello podemos utilizar la app gratuita WiFi Analyzer, que nos mostrará mediante gráficos la potencia de las diferentes señales en cada banda de frecuencias (2.4 y 5 GHz) de todas las conexiones WiFi que sea capaz de detectar nuestro móvil, dibujando su intensidad con líneas o con curvas solapadas y colocando cada conexión con su nombre en el canal al que está asociada.

De este modo es posible observar de un solo vistazo qué canales están libres y cuales están repletos de conexiones e interferencias, pudiendo decidir así mover nuestra conexión a un canal más ‘despejado’ para tener la mejor calidad y velocidad posible.

Siempre prevalece esta máxima: es mejor compartir canal con otra red que elegir un canal libre pero que tenga montones de canales solapados y saturados en las redes adyacentes, ya que son estos el origen del mayor número de interferencias.

Una vez seleccionada nuestra red tenemos diferentes opciones y pantallas para comprobar la calidad y estabilidad de la señal. Si pulsamos en el botón ‘Ver’ en la parte superior de la pantalla, la información ofrecida pasará a un ranking de ‘Puntuación de Canales’, mostrándonos un listado con menos estrellas para las canales más ‘ocupados’ (y menos deseables) o con más estrellas para los más ‘libres’ y por tanto los más recomendables para nuestra conexión.

Los routers suelen escoger de forma automática el canal disponible nada más reiniciarse en función de ciertos parámetros preestablecidos, como puedan ser las interferencias detectadas, pero en ocasiones no siempre aciertan con la elección más adecuada o no son capaces de cambiar automáticamente cuando el canal deja de ser óptimo.

Para cambiar de canal (algo que podremos hacer cuantas veces sea necesario para tener siempre la mejor conexión), solo deberemos seguir las instrucciones de nuestro router en concreto para entrar a su configuración, localizar el menú que contiene las opciones de canales para cambiar nuestro canal de emisión y elegir el que más nos convenga para mejorar la calidad de nuestra conexión inalámbrica.