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Control parental para niños en tu smartphone: aplicaciones y configuraciones recomendadas
Nos guste o no, el uso de smartphones o tablets por los más peques de la casa es una realidad, y no deja de ser cierto que, ya sea por una mala configuración del dispositivo o, más comúnmente, ya sea por la falta de esta, puede provocar que accedan a contenido no apto para su edad, compren una app o juego con dinero real o, simplemente, hagan alguna trastada de la que nos acordaremos largamente. Para evitar ese tipo de situaciones, es importante configurar correctamente el control parental del dispositivo.
Este artículo, lo dividiremos en tres partes: primero abordaremos las opciones en Android, luego veremos los pasos a seguir en iOS y, finalmente, recogeremos algunas aplicaciones infantiles que pueden descargarse en ambos sistemas operativos.
Adaptar un móvil Android
Empezamos por un móvil Android. En un apartado posterior veremos cómo gestionar el móvil del niño desde nuestro propio smartphone, pero antes vamos a detenernos en el caso más frecuente: dejar al menor nuestro propio móvil para entretenerse, ver contenido, jugar, etc. Lo primero es asegurarse de que no puede descargar cualquier aplicación, para lo que tendremos que activar el control parental. Para ello:
- Ve a Google Play Store.
- Despliega el panel lateral y accede a «Ajustes».
- Selecciona «Control parental» y actívalo. Te pedirá que crees un PIN de protección, así que ponle uno y, por razones obvias, no lo compartas con el niño porque podrá acceder para desactivarlo.
- Hay tres secciones: aplicaciones y juegos, películas y música. Dentro de cada una de ellas encontrarás la clasificación PEGI, simplemente tienes que seleccionar el nivel que quieras (de PEGI 3 a todo el contenido).
Una vez hecho esto, conviene que el menor no pueda realizar micropagos, es decir, comprar gemas, vidas y otros productos que suelen aparecer en diversas apps, algo común en la inmensa mayoría de juegos y aplicaciones gratuitas: Mejor prevenir que curar.
- Ve a Google Play.
- Despliega el panel y accede a «Ajustes».
- Pulsa en «Pedir autenticación para realizar compras».
- Selecciona «Para todas las compras realizadas a través de Google Play en este dispositivo». Así le pedirá la contraseña de tu cuenta de Google si intenta comprar algo.
Hecho esto, una cosa que podemos hacer es restringir las aplicaciones que puede usar y las que no. La forma más sencilla de hacerlo es descargando nosotros mismos las aplicaciones y juegos que consideremos oportunos y bloqueando las aplicaciones que no queremos que use. Para hacer esto se pueden usar apps de terceros que bloquean las aplicaciones con contraseña o para usuarios más expertos, usar las opciones propietarias de las capas como EMUI o MIUI.
Por último, si queremos darle la opción de navegar por la red, una app útil es Blocksite, ya que permite añadir URLs a una lista negra para bloquear su acceso.
Family Link, la opción para gestionar su móvil de forma remota.
La forma más rápida de restringir un móvil Android de forma remota es usando Family Link, la app de control parental de Google. Esta app, completamente gratuita, permite ver la actividad del usuario, administrar las aplicaciones (para permitir o no la descarga de aplicaciones y la compra de productos in-app, por ejemplo), establecer límites de horario desglosados por día, bloquear el teléfono de forma remota y consultar la ubicación del dispositivo en tiempo real.
Hay dos aplicaciones: Family Link para niños y adolescentes y Family Link para padres. La primera solo está disponible en Android, mientras que la segunda, que es la que usaremos para administrar el dispositivo del usuario en remoto, está disponible en iOS y Android. Para aprender a configurarla correctamente puedes acceder a este tutorial, te llevará unos 10 minutos más o menos. Recuerda tener el móvil del menor a mano, ya que lo necesitarás.
Adaptar un iPhone
iOS tiene una función bastante útil llamada «Acceso guiado». Esta bloquea el iPhone en una aplicación en particular para que los niños no puedan salir de ella. Por ejemplo, si está viendo ‘Peppa Pig’ en YouTube Kids no podrá salir de la aplicación, solo nevegar entre el contenido que le muestra la propia aplicación. Para activarlo, ve a «Ajustes» > «Accesibilidad» > «Acceso guiado» y activa la casilla. Luego abre la app que vaya a usar, pulsa tres veces seguidas el botón de bloqueo y se activará.
Si le queremos dar más libertad para que use varias aplicaciones, juegue y se divierta, podemos hacer lo mismo que vimos en Android. Así, lo primero es activar el control parental. Para ello, los pasos a seguir son los siguientes:
- Ve a «Ajustes» y selecciona «Tiempo de uso».
- Accede a «Restricciones de contenido y privacidad» y activa la casilla.
- Pulsa en «Restricciones de contenido».
- Verás varias categorías, como apps, libros, etc. Pulsa en ellas y marca el rango de edad que quieras permitir.
Al igual que Android, si no quieres que pueda descargar o eliminar aplicaciones, así como hacer micropagos, puedes configurarlo también sin mayor problema:
- Ve a «Ajustes» y selecciona «Tiempo de uso».
- Selecciona «Restricciones de contenido y privacidad» y activa la casilla.
- Accede a «Compras en iTunes y App Store».
- En «Instalar apps», «Eliminar apps» y «Compras dentro de la app», selecciona «No permitir». Eso eliminará la App Store de la pantalla del dispositivo, así que no habrá forma de descargar nada nuevo en en el dispositivo.
- En el apartado «Solicitar contraseña», marca la opción «Requerir siempre».
En cuanto a ocultar aplicaciones, iOS no es tan completo como en Android, ya que solo podemos ocultar las aplicaciones predeterminadas como Safari, el correo, la cámara, libros, etc. Lo que sí podemos hacer es bloquearlas tras cierto tiempo, mínimo un minuto, para evitar que se puedan usar más de la cuenta:
- Ve a «Ajustes» y selecciona «Tiempo de uso».
- Ve a «Límites de uso de apps».
- Selecciona «Añadir límite» y selecciona un minuto.
- Elige las apps que quieras o pulsa en una categoría.
- Marca la casilla «Bloquear al terminal el límite» y pulsa en «Añadir».
Si usas un iPhone y quieres asegurarte de que el niño no usa una app instalada que no debe, y cómo seguramente no estarás permanentemente pendiente de él, lo ideal es que la ocultes en alguna carpeta bajo nombre ficticio. Finalmente, hablemos de restringir el acceso a páginas webs:
- Ve a «Ajustes» y selecciona «Tiempo de uso».
- Abre «Restricciones de contenido y privacidad».
- Selecciona «Restricciones de contenido»
- Pulsa en «Contenido web».
- Puedes hacer dos cosas: bloquear las webs para adultos o permitir el acceso a determinados sitios webs. Si eliges el segundo, podrás añadir tantas URL seguras como quieras para que el niño solo pueda acceder a ellas.
Aplicaciones con contenido para niños
Hay varias aplicaciones con contenido eminentemente infantil y una de las más conocidas es YouTube Kids. Está disponible en iOS y Android y es totalmente gratuita. Por ejemplo, en la web de Bebés y más tienen una lista con 33 aplicaciones aptas para los más peques, todas ellas con carácter educativo, aunque también puedes encontrarlas más orientas a ciertas materias como geografía o matemáticas.
Con todo, la forma más sencilla de encontrar aplicaciones para niños es navegar por las secciones dedicadas en Google Play y App Store. Ambas tiendas tienen juegos y aplicaciones familiares a raudales, casi todas gratuitas, así que una buena idea puede ser descargar las que queramos y meterlas en una carpeta para tenerlas siempre a mano.
Debemos entender el control parental de los dispositivos como una ayuda a la hora de poder educar a nuestros hijos, posibilitando que los menores aprendan y se diviertan en un entorno cómodo y seguro para ellos.
Artículo original: https://www.xataka.com/moviles/como-adaptar-telefono-usen-ninos-aplicaciones-configuraciones-recomendadas
Cómo de fiables son los Test de Velocidad.
Los Test de Velocidad suelen ofrecernos en tamaño grande, dos cifras tras ver una aguja o barra moviéndose durante unos segundos. Si esas cifras se aproximan a lo que tenemos contratado con nuestro operador, nuestro cuerpo se relaja. Sin embargo, hay más cosas que deberíamos tener en cuenta.
Todos hemos utilizado alguna vez un test de velocidad, esa herramienta que consultamos normalmente en situaciones desesperadas, cuando algo falla en la conexión a Internet. Si no va todo como esperábamos acudimos desesperados a los test para poner a examen a nuestra conexión y operador. Pero, ¿es fiable el resultado que obtenemos? Veamos qué es un Test de Velocidad, cómo funciona exactamente y cuánto hay que fiarse de sus resultados.
Los términos que hay que conocer: descarga, subida, ping, Mbps…
Antes de ver cómo se realiza un test de velocidad es importante conocer algunos de los términos que comúnmente se utilizan en estas apps y servicios. El usuario por lo general conoce lo que es la velocidad de descarga y la velocidad de subida. Pero, ¿la latencia? ¿el servidor? ¿Mbps y Mb/s? Veamos estos términos no tan comunes:
- Velocidad de descarga: Velocidad que tiene la conexión a Internet para obtener datos de un servidor. Es el tiempo que tarda un paquete de archivos en ser descargado desde un punto externo al dispositivo que se está utilizando. Se mide generalmente en megas por segundo.
- Velocidad de subida: En este caso hablamos del tiempo que tarda un archivo en ser subido a un servidor externo. Al contrario que la velocidad de descarga, aquí se mide la cantidad de megas que la conexión a Internet puede subir en un segundo al servidor.
- Velocidad teórica: La velocidad de descarga o subida que contratamos y que nos promete el operador. Generalmente es más alta que la velocidad real que tenemos, y se debe a distintos factores que veremos a continuación. Cuanto más se acerquen las velocidades de descarga y subida a la velocidad real, mejor.
- Latencia y ping: Hablamos de latencia cuando medimos el tiempo exacto que tarda un paquete de datos en transmitirse completamente dentro de una red (del dispositivo al servidor o viceversa en este caso), y este valor no se ve mejorado con un mayor ancho de banda (a partir de cierto margen). La latencia se mide en pings por milisegundos. Cuanto menor sea la latencia/ping mejor. Veamos esto con un ejemplo de juego online: el ping sería el tiempo que transcurre desde que pulsamos el botón de disparo en el mando hasta que realmente el «muñeco» dispara (y esto no cambiará si la línea es de 100 Mbps, 300 Mbps o 600 Mbps). El ping es especialmente importante en conexiones en directo como una película en streaming o videojuegos online.
- Mbps: Sirve para medir la velocidad de descarga y subida. Literalmente significa «megabits por segundo» y mide la cantidad de megabits capaz de enviar la conexión en un segundo.
- Proveedor: Si un test de velocidad indica el proveedor hace referencia generalmente al operador que tenemos contratado. Pero claro, hay operadoras que dependen de un proveedor externo, por ejemplo aquellos operadores que son filiales low cost de operadores mayores. Por lo tanto puede que el proveedor que nos muestra el test no siempre sea exactamente el operador con el que tenemos contratado Internet.
- Peak: Son los picos de velocidad máxima que se dan en un test de velocidad. No hay que tenerlos mucho en cuenta, ya que lo realmente importante es la velocidad media que se obtiene.
- Jittter: Relacionado con la latencia, el jitter es la variabilidad de tiempo que se puede dar en el envío de pings. Es un dato que normalmente no se muestra en los test de velocidad, aunque si queremos indagar e investigar a fondo una conexión a Internet habría que tenerlo en cuenta. Normalmente importa en conexiones en directo, como la latencia.
Cómo funciona un test de velocidad.
El funcionamiento básico de un test de velocidad se basa en descargar y subir un paquete de archivos a un servidor determinado. Según el tamaño del paquete y lo que tarde la bajada y la subida, se calcula la velocidad media de la conexión. Por ejemplo, digamos que tenemos contratados 50 megas de velocidad con un operador. Haciendo un test de velocidad obtenemos una velocidad de descarga de 47 Mbps. ¿Qué significa esto? Que si, por ejemplo, descargáramos un paquete de 500 megas, tardaríamos aproximadamente un minuto y medio. La operación para obtener ese tiempo es la siguiente: son 500 por 8 Mbps y el resultado dividido por 47 Mbps. Obtenemos algo más de ochenta y cinco segundos o lo que que es lo mismo, casi un minuto y medio de duración. Esto, claro está, suponiendo que se mantenga la velocidad media durante toda la descarga.
Pero claro, internamente el funcionamiento es algo más complejo. El test no se limita a descargar y subir un archivo. Lo primero que hace en realidad es determinar cuál es el proveedor, la empresa que nos proporciona la conexión y el acceso a Internet. También analiza dónde se encuentran los servidores más cercanos de este proveedor. Normalmente, según la ubicación de estos servidores y la ubicación del usuario, el test determina qué servidor realizará la prueba.
Porque… sí, el servicio de test de velocidad también tiene su propio servidor desde el cual descarga o al cual sube un archivo. La ubicación de los servidores es clave para determinar la fiabilidad del test de velocidad. Cuanto más alejados estén ambos del usuario, peor será la velocidad de conexión obtenida en el test. Normalmente los test de velocidad disponen de varios servidores ubicados a lo largo y ancho del mundo, incluso varios por país. También es común que el test de velocidad escoja automáticamente el servidor más cercano al usuario, aunque algunos test permiten que sea el usuario el que escoja servidor.
Elegido el servidor correcto se procede a medir la latencia, que como ya hemos visto es el tiempo que tarda un paquete de archivos en enviarse completamente del servidor al usuario y viceversa. Para ello, manda pings desde el dispositivo que realiza el test al servidor para ver cuánto tarda éste en responder (recordemos nuestro «muñeco disparando» del ejemplo). Es importante que el valor obtenido sea lo más bajo posible, especialmente si usamos Internet para ver vídeos en streaming, hacer videollamadas o jugar online.
Tras estas operaciones, finalmente se procede a realizar la descarga de archivos y posteriormente la subida de vuelta al servidor. Aquí normalmente es cuando vemos una animación con agujas o barras moviéndose y midiendo la velocidad que se obtiene durante el proceso. Si en este momento vemos un número más alto de lo normal o cifras más grandes que la de final, son los picos de velocidad, los peak. Esto es lo de menos, recordad que lo importante es el resultado final.
Qué factores afectan al Test de Velocidad y cómo mejorarlo.
Previamente hemos mencionado el servidor como uno de los factores que más determinan la velocidad de conexión final. Pero claro, es algo en lo que poco podemos interferir ya que difícilmente vamos a convencer al operador para que ponga un servidor lo más cercano a nosotros. Pero hay otros factores que sí dependen más del usuario:
- Los demás dispositivos conectados: Si hay más dispositivos conectados a la misma red seguramente la velocidad se verá reducida, ya que también estarán consumiendo ancho de banda de la conexión al servidor. Para optimizar nuestro test de velocidad lo ideal es que solo haya conectado a la red el dispositivo desde el que estamos realizando el test.
- Conexión ¿por Wi-Fi o por cable?: Indudablemente, no se va a obtener la misma velocidad si el ordenador está conectado por Wi-Fi que por cable. La señal Wi-Fi puede debilitarse por múltiples razones y en consecuencia reducirse la velocidad de conexión. Se obtienen resultados más fiables por cable, pero no todos los dispositivos permiten este tipo de conexión, como los móviles.
- Las otras tareas del dispositivo: Si el ordenador o dispositivo está realizando otras tareas en segundo plano como descargar archivos o reproducir un streaming, el valor del test de velocidad será inferior. Esto se debe a que se está utilizando parte del ancho de banda disponible para ejecutar otras tareas. Y también influyen los procesos que no tengan que ver con conectarse a Internet, ya que el rendimiento del dispositivo puede afectar a la velocidad de conexión.
- La congestión del servidor: A veces y aunque tengamos un dispositivo perfectamente optimizado podemos obtener velocidades bajas. En tales casos puede deberse a que el servidor del test de velocidad o el del operador estén algo congestionados o sobresaturados. Para obtener una medida fiable, lo mejor es realizar diferentes pruebas y en diferentes momentos del día o incluso de la semana, y así obtendremos una media realmente homogénea.
Como podemos ver, hay diversos factores que determinan la cifra final de nuestro test de velocidad. Evidentemente, el test no siempre va a dar las cifras máximas que nos promete el operador, ya que esas cifras se han obtenido en condiciones óptimas, o lo que es lo mismo, conectados por cable a un metro de distancia del servidor del operador. Entonces, ¿son fiables los test de velocidad? La respuesta es sencilla y clara: siempre y cuando tengamos en cuenta los diversos aspectos que pueden modificar el resultado final, SÍ.
En la web de Dinfotec, disponemos de uno de los Test de Velocidad que mejor reputación tiene a nivel mundial. Se trata de SpeedTest de Ookla, con más de 25 mil millones de pruebas desde su fundación en 2006 y que puede ser utilizado prácticamente desde cualquier dispositivo.
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