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Mitos y realidades de la carga nocturna en tu móvil

Cargar tu móvil por la noche no hace que vaya a explotar o que sea algo malo de por sí, pero es mejor utilizar otros hábitos de carga.

No hay elemento de los smartphones que arrastre más preocupaciones que la batería. Dado que es un componente vital del dispositivo, y que sin la batería no funciona nada más, mantenerla en buen estado significa disfrutar de tu teléfono durante más tiempo. Por desgracia, una batería está condenada a degradarse nada más encenderla por primera vez y, en el caso que nos ocupa, podríamos decir que la carga nocturna no tiene efectos negativos en la vida de la batería… con algunos matices.

CARGAR POR LA NOCHE NO «MATA» LAS BATERÍAS
A menudo habrás oído el dicho «más vale que no dejes el teléfono cargando por la noche si no quieres quedarte sin batería». Este mito existe desde hace años, ya que las antiguas baterías de níquel-cadmio (NiCd) de los primeros teléfonos móviles (que no smartphones) se degradaban rápidamente con cargas prolongadas. Sin embargo, esto no les pasa a las actuales baterías de iones de litio o polímeros de litio, y tampoco se ven afectadas por ningún tipo de efecto memoria, sea cual sea el nivel de carga previo antes de conectar el cargador.

Todos los smartphones actuales cuentan con algún sistema que interrumpe la entrada de carga eléctrica cuando la batería se ha cargado completamente, de forma que no hay peligro de que haya sobrecarga: el móvil detectará que la batería ya está cargada al 100% y dejará de cargar, así de sencillo.

CÓMO CARGAR EL MÓVIL DE MANERA ÓPTIMA
Lo ideal es no cargar el teléfono por encima del 80% ni con una capacidad inferior al 20% ya que puede que, con el tiempo, su capacidad de carga se resienta. Siempre que puedas, mantén tus ciclos de carga habitual entre ese rango del 20-80%. Con ello aumentarás la vida útil de la batería a largo plazo y conseguirás que su capacidad siga teniendo un (casi) 100% de salud. También hay que tener en cuenta que el calor aumenta la degradación: Utilizar cargadores inadecuados, tener el teléfono al sol o en lugares con altas temperaturas acelera la degradación de la batería.

Pero volvamos a la cuestión original: ¿Qué ocurre si dejo mi móvil cargando toda la noche? En sí mismo no es un problema grave, pero puede acumularse cierta degradación cuando el teléfono permanece al 100% de carga de forma continuada. Los diferentes fabricantes suelen monitorizar el estado de la batería para minimizar los inconvenientes de esta situación: el sistema optimiza la carga cuando el móvil no se separa del enchufe ya que no se carga constantemente, sólo cuando el porcentaje baja del 100%.

CARGA INTELIGENTE, LA OPCIÓN QUE YA INCLUYEN CASI TODOS LOS MÓVILES
Como una carga prolongada por encima del 80% acelera la degradación de la batería (por pequeña que sea), los fabricantes de teléfonos ya están incluyendo un sistema de carga inteligente que monitoriza y aprende de nuestros hábitos de carga diaria para controlar la velocidad de la carga por la noche. Con este método activado, se reduce la capacidad de carga y aumenta el tiempo necesario para completar una recarga total. Con ello se consigue que el proceso de carga nocturna no suponga una degradación extra en las celdas de la batería de nuestro dispositivo.

Por último, recuerda que de vez en cuando sí es conveniente dejar que la batería se descargue por completo y cargarla al máximo, ya que así estarás recalibrando la batería. Pero con hacer esto una vez cada dos o tres meses ya será suficiente para que tu Android o iOS siempre muestre el porcentaje exacto de carga.


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Si tu móvil va lento, prueba estos trucos para ‘vitaminarlo’

Reiniciar el dispositivo, no cerrar forzosamente las aplicaciones o controlar el almacenamiento puede contribuir a mejorar el rendimiento del teléfono.

No hay una sola razón, pero con el tiempo, algunos teléfonos parecen ralentizarse hasta el punto de ser exasperantes de usar. Prácticamente todo el mundo se ha encontrado golpeando con el dedo una pantalla que no responde en su iPhone o Android, por no hablar de los reinicios espontáneos o, peor aún, el dispositivo simplemente se queda con cara de ladrillo.

Cuando esto ocurre, ¿es el momento de comprar uno nuevo? En la mayoría de los casos, no es necesario renovar el modelo, sino que se puede recuperar el rendimiento siguiendo unos sencillos consejos.

En ocasiones es necesaria la intervención del usuario para que el dispositivo recupere la velocidad con la que salió de fábrica.

QUÉ HACER EN DISPOSITIVOS ANDROID

Reiniciar el dispositivo. Esta recomendación es aplicable tanto a iPhone como a Android y es el viejo remedio que los informáticos conocen bien: apagar y encender resuelve buena parte de los problemas de la informática, y si notamos que el móvil va lento, este será el primer paso. ¿En qué consiste esta técnica mágica reparadora de un reinicio? Básicamente en que se fuerza el cierre de procesos que puedan estar trabados o en bucle y en que libera memoria. Un reinicio debería ser siempre el primer paso a dar antes de proceder a remedios más profundos.

Evita instalar aplicaciones que prometen «acelerar» el dispositivo. Puede ser tentador instalar aplicaciones mágicas disponibles en la tienda de aplicaciones que prometen acelerar su dispositivo. Sin embargo, en la mayoría de las veces el remedio es peor que la enfermedad ya que en la mayoría de los casos, lo único que hacen es cerrar las aplicaciones abiertas o en segundo plano, consumir valiosos recursos y ocupar sitio innecesario.

No forzar el cierre de las aplicaciones. Se trata de un hábito muy arraigado que todavía se practica de forma generalizada: deslizar el dedo hacia arriba para cerrar la aplicación creyendo que el teléfono irá más rápido es un error: es mejor que sea el propio sistema el que gestione sus recursos.

Desinstalar las aplicaciones que no se utilizan. Si forzar el cierre de las aplicaciones puede ser contraproducente en el peor de los casos, desinstalar las que no se utilizan puede acelerar el sistema ya que se liberan permanentemente recursos, lo que permite disponer de ellos para que el sistema y otras aplicaciones funcionen con mayor fluidez.

Optar por versiones ligeras de ciertas aplicaciones. Algunas aplicaciones evolucionan al ritmo de los teléfonos móviles, cada vez más potentes y ágiles, y esto hace que algunas apps acaben por cargar mucho el sistema. Una alternativa a esto es instalar versiones lite (ligeras) de aquellas aplicaciones que cuenten con ellas.

Tanto Android como iOS, son sistemas operativos muy sofisticados que gestionan sus recursos de forma muy eficiente y completamente autónoma, sin necesidad de intervención humana.

¿Y EN DISPOSITIVOS IOS?

De nuevo: no fuerces el cierre de las apps. Apple siempre ha sido muy insistente a la hora de forzar el cierre de las apps e indica claramente que sólo debe hacerse cuando la aplicación está bloqueada y no responde a las órdenes del usuario.

El reseteo cobra importancia también en el iPhone. Algunos procesos en segundo plano se pueden quedar en bucle o el sistema no puede anularlos. Si se acumulan varios, se puede ralentizar el equipo.

Controla el estado de la batería. Los usuarios de iPhone deben vigilar el porcentaje de capacidad de la batería si notan que el dispositivo va lento. Apple explica esta relación en la página de soporte del dispositivo: si la capacidad de la batería se reduce, ciertos procesos pueden ralentizarse. Es más: Apple considera que cualquier iPhone con una capacidad de batería inferior al 80% de la que disfrutaba de nuevo está «pendiente de reparación». Para conocer el estado de la batería, basta con ir a Ajustes/Batería/Salud de la batería y se mostrará el porcentaje actual.

Vigila el espacio de almacenamiento. Los iPhones, por su arquitectura, necesitan memoria de almacenamiento para realizar las tareas sin ralentizarse. Cuando el dispositivo se queda con menos de 1 GB de espacio, puede quedarse sin memoria de almacenamiento y hacer que funcione de forma lenta o intermitente. En este sentido, conviene vigilar aplicaciones como WhatsApp o cualquier otra app de mensajería donde es fácil acumular rápidamente fotos y vídeos innecesarios.

Y por último, la bala de plata que recomiendan encarecidamente todas las plataformas: mantener siempre el dispositivo actualizado a la última versión disponible.


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Errores a evitar cuando usamos la Nube

Hoy en día, disponemos de muchas opciones para compartir archivos con otros usuarios. Podemos usar un pendrive, tarjeta de memoria o disco duro, enviar por correo electrónico, conectar equipos en red… Pero también podemos simplemente utilizar algún servicio en la Nube, alojar allí el contenido y, mediante un enlace de descarga, permitir que otra persona lo baje desde cualquier lugar.

El uso y almacenamiento en la Nube es una opción muy interesante y su uso está cada vez más extendido. Es muy fácil su utilización y realmente es muy cómodo el disponer de nuestros archivos (e incluso aplicaciones) en cualquier momento y lugar, solo necesitando una conexión a Internet.

Sin embargo y como ya es de sobra conocido, para el uso de cualquier servicio en Internet debemos evitar correr riesgos innecesarios de seguridad. Pero esto es aún más importante cuando estamos alojando contenido privado y que además puede ser sensible, como por ejemplo archivos de texto personales, imágenes familiares, documentos de una empresa…

Junto con la flexibilidad, la escalabilidad y la continuidad de la operación sin interrupciones, se debe considerar la seguridad como otro punto a tener muy en cuenta.

Repasemos a continuación, algunos de los errores más frecuentes.

USAR SERVICIOS O PROVEEDORES POCO CONOCIDOS.

Uno de los errores más frecuentes es utilizar servicios en la Nube que no son muy conocidos y que puede que no cuenten con las suficientes garantías de seguridad y privacidad. Pueden ser páginas o servicios gratuitos que vemos en Internet donde nos ofrecen subir archivos sin ningún tipo de registro o con solo proporcionar nuestro email (para sus propias bases de datos y, posiblemente, la cesión de tu email a terceros).

Antes de comenzar a subir nuestros archivos a estos lugares, sería conveniente buscar comentarios de otros usuarios y analizar un poco esa página o esa aplicación que vamos a utilizar. Para evitar disgustos, lo mejor es siempre confiar en aquellos servicios más demandados y que muestran claramente cómo se van a gestionar nuestros datos y archivos almacenados.

NO PROTEGER LAS CUENTAS Y ARCHIVOS.

Otro fallo muy habitual es no proteger adecuadamente las cuentas que creamos. El primer paso debe ser crear una contraseña que sea fuerte y compleja, ya que esta será nuestra principal barrera de seguridad. Además, los mejores servicios en la Nube ofrecen la autenticación en dos pasos, por lo que conviene activarla inmediatamente: Una capa de seguridad extra y muy deseable para prevenir cualquier intrusión indeseada.

Otro de los usos de la Nube es que nos permite crear copias de seguridad, ahorrando almacenamiento en nuestros dispositivos locales de casa u oficina.

DISPONER DE EQUIPOS OBSOLETOS E INSEGUROS.

Tan malo como no tener una contraseña adecuada es utilizar dispositivos y/o sistemas que no estén correctamente protegidos y actualizados. Un ordenador que no cuente con un antivirus al día o un dispositivo que no tenga su firmware o sistema operativo actualizado con la última versión (proporcionada siempre por el fabricante, nada de parches de terceros) es una potencial fuente de problemas.

Siempre que utilicemos la Nube debemos contar con un buen antivirus. Por ejemplo Windows Defender, Avast, Bitdefender… En caso de que descarguemos algún archivo infectado, pueden prevenir la entrada de virus y al tener nuestros sistemas actualizados podremos corregir las vulnerabilidades de los mismos que van apareciendo cada poco tiempo.

ARCHIVOS DISPONIBLES PARA TODO EL MUNDO.

Un error más (y muy común) es subir fotos y archivos a la Nube y que estos permanezcan abiertos y disponibles para cualquiera que tenga acceso. Normalmente las plataformas más seguras de almacenamiento nos van a permitir seleccionar los niveles de acceso para un determinado usuario o asignar qué archivo o tipo de archivos pueden ser vistos o descargados por un usuario en particular o un grupo de usuarios. Esto nos permitirá filtrar quién puede acceder a un contenido determinado y, por tanto, limitarlo al resto que, quizá, pudiera recibir un enlace de descarga por error.

Esta particularidad es especialmente importante si vamos a alojar contenido privado o sensible, el cual queremos que llegue solo y exclusivamente a la persona o personas que deseemos.

En definitiva, estos son algunos errores básicos de seguridad que debemos tener en cuenta a la hora de utilizar la Nube y compartir nuestros datos y archivos. Recuerda la importancia de mantener la protección en todo momento.


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¿Cómo optimizar nuestra WiFi utilizando el canal más adecuado?

No siempre es culpa de nuestro operador o del router que la conexión inalámbrica a Internet vaya lenta. Y es que quizás no hemos elegido el mejor canal WiFi disponible.

Hoy en día, la mayoría de los routers proporcionan banda dual, lo que significa que disponen de señal WiFi en las frecuencias de 2.4 GHz (13 canales) y en 5 GHz (25 canales) y esto, en la práctica, es como si tuviéramos dos posibilidades de acceso a Internet. La diferencia principal entre ellas es la velocidad máxima que pueden alcanzar y el rango de cobertura o lo lejos que puede llegar la señal.

En esencia, la frecuencia de 2.4 GHz suele tener mayor cobertura, menor velocidad de conexión y es susceptible de tener más interferencias (por contar con menos canales). Por el contrario, la frecuencia de 5 GHz tiene mayor problema para superar obstáculos como paredes por lo que su radio de acción es menor, pero permite velocidades superiores de conexión y al tener más canales disponibles, los dispositivos conectados a ella tienen más espacio en el que repartirse.

La cobertura 5 GHz de tu router puede no llegar a las habitaciones más alejadas de tu casa mientras que la 2.4 GHz es más que probable que llegue a toda tu vivienda con mayor o menor señal, dependiendo de la distancia al router.

Una de las características de las redes WiFi son los canales del espectro electromagnético. A modo de símil, estos canales son como los carriles de una autopista por los que transitan nuestros datos en cada banda de frecuencias. Cada router establece una conexión WiFi, conduciendo por el canal elegido todo el tráfico que maneje.

Si el canal que estamos utilizando está saturado por múltiples conexiones, como por ejemplo las redes WiFi de los vecinos, o tiene interferencias de otros canales próximos, es muy posible que suframos problemas de velocidad, pérdida de paquetes de datos y latencia alta, por lo que la calidad y estabilidad de nuestra conexión a Internet será muy pobre, lejos de las que teóricamente deberíamos alcanzar en nuestros dispositivos.

Los dispositivos más antiguos solo funcionan en la frecuencia de 2.4 GHz y para dispositivos donde la velocidad sea esencial (Smart TV, consolas…) utiliza siempre que puedas 5 GHz.

Si tenemos problemas con nuestra conexión WiFi de casa es conveniente realizar periódicamente un mapeo o croquis de la situación general de los canales WiFi a nuestro alrededor para verificar cuáles están más libres y comprobar si hay alguno que nos ofrezca menos interferencias y más garantías de una conexión rápida y estable.

Para ello podemos utilizar la app gratuita WiFi Analyzer, que nos mostrará mediante gráficos la potencia de las diferentes señales en cada banda de frecuencias (2.4 y 5 GHz) de todas las conexiones WiFi que sea capaz de detectar nuestro móvil, dibujando su intensidad con líneas o con curvas solapadas y colocando cada conexión con su nombre en el canal al que está asociada.

De este modo es posible observar de un solo vistazo qué canales están libres y cuales están repletos de conexiones e interferencias, pudiendo decidir así mover nuestra conexión a un canal más ‘despejado’ para tener la mejor calidad y velocidad posible.

Siempre prevalece esta máxima: es mejor compartir canal con otra red que elegir un canal libre pero que tenga montones de canales solapados y saturados en las redes adyacentes, ya que son estos el origen del mayor número de interferencias.

Una vez seleccionada nuestra red tenemos diferentes opciones y pantallas para comprobar la calidad y estabilidad de la señal. Si pulsamos en el botón ‘Ver’ en la parte superior de la pantalla, la información ofrecida pasará a un ranking de ‘Puntuación de Canales’, mostrándonos un listado con menos estrellas para las canales más ‘ocupados’ (y menos deseables) o con más estrellas para los más ‘libres’ y por tanto los más recomendables para nuestra conexión.

Los routers suelen escoger de forma automática el canal disponible nada más reiniciarse en función de ciertos parámetros preestablecidos, como puedan ser las interferencias detectadas, pero en ocasiones no siempre aciertan con la elección más adecuada o no son capaces de cambiar automáticamente cuando el canal deja de ser óptimo.

Para cambiar de canal (algo que podremos hacer cuantas veces sea necesario para tener siempre la mejor conexión), solo deberemos seguir las instrucciones de nuestro router en concreto para entrar a su configuración, localizar el menú que contiene las opciones de canales para cambiar nuestro canal de emisión y elegir el que más nos convenga para mejorar la calidad de nuestra conexión inalámbrica.


Centralitas Telefónicas Virtuales

Uno de los aspectos más importantes para una empresa en la actualidad son las comunicaciones, tanto internas como externas, pero se vuelven de vital importancia cuando se trata de interactuar con los clientes.

No hace tanto tiempo, una centralita telefónica requería una máquina más o menos grande instalada en un enclave fijo y un operador formado en su manejo. Y no ofrecía demasiadas funcionalidades más allá de dejar la llamada en espera o reenviarla a un teléfono fijo.

Hoy, cómo entonces, las llamadas telefónicas siguen siendo una parte fundamental de las relaciones de cualquier negocio, por lo que es importante disponer de un servicio de gestión de llamadas eficiente, que nos garantice la mejor comunicación y atención posible con nuestros clientes.

Es hora de ir dejando atrás ciertos prejuicios ya que todavía concebimos una centralita virtual como un servicio caro y exclusivo, solo al alcance de grandes empresas y corporaciones.

Si bien las herramientas digitales y su progresiva introducción en las empresas ayudan a optimizar las prácticas comerciales, hay que tener cuidado en que estas prácticas no se digitalicen hasta el punto de hacer que se pierda todo contacto humano. Si hay algo que todos odiamos es ‘hablar con una máquina’.

VENTAJAS DE UNA CENTRALITA VIRTUAL

A diferencia de una centralita física de tradicional, las centralitas virtuales tienen algunas ventajas que merecen ser destacadas:

  • AHORRO: Las centralitas tradicionales suelen ser aparatos costosos, a lo que hay que sumar que deberemos cambiar de aparato cada cierto tiempo para que no se quede obsoleta. Con una centralita virtual bastaría con actualizarla. Y no necesitan de un operador para su funcionamiento.
  • MANTENIMIENTO: Un aparato físico exige un mantenimiento continuo, además de cablear todas y cada una de las extensiones por lo que, dependiendo del tamaño de la empresa, puede ser un trabajo largo, complejo y caro. Una centralita virtual solo necesita acceso a Internet.
  • SIN DISTANCIAS: Con las centralitas virtuales no dependes de un sistema de cableado, de forma que puedes situar o cambiar las extensiones en tantos lugares como quieras, incluso en distintos países si tienes empleados en el extranjero.
  • EXTENSIONES IP Y MÓVILES: No estás obligado a convertir los teléfonos tradicionales fijos en extensiones o comprar nuevos teléfonos. Puedes crear una extensión en un móvil, la dirección IP de un ordenador, etc.

Gracias a los avances en tecnología VoIP (Voz sobre Protocolo de Internet), basta con un teléfono IP, un smartphone o un ordenador conectado a Internet para permitir a las empresas disfrutar de una mayor flexibilidad en sus comunicaciones telefónicas, a la vez de que ponen a su disposición funciones muy avanzadas que benefician su actividad diaria y su organización.

CENTRALITA VIRTUAL VS CONVENCIONAL

El disponer de una Centralita Telefónica Virtual transmitirá a nuestros clientes una imagen profesional de la empresa y, además de estar operativa 24/365, nos permite una serie de funcionalidades:

  • Mensajes personalizables (bienvenida, horario, vacaciones, …)
  • Música en espera.
  • Menú de voz interactivo.
  • Transferencias y desvíos de llamadas.
  • Colas de espera.
  • Grabación de llamadas.
  • Configuración según horarios y calendarios, etc.

Con una centralita virtual podemos tener todas las extensiones que necesitemos, manteniendo el mismo número fijo o móvil. Cuando llamemos a un cliente, este verá un número de teléfono normal (y reconocible) en la pantalla de su móvil o teléfono fijo. Además, al estar en la nube, siempre estará actualizada y con un bajo coste de mantenimiento.

Asimismo, varios clientes pueden llamar a la vez y todos recibirán atención telefónica. La centralita en la nube simplemente redirigirá la llamada al teléfono de la empresa que esté libre, o pondrá un mensaje predefinido si todos están ocupados. Es decir, no perderemos ninguna llamada entrante por estar ‘comunicando’.

Las centralistas virtuales ofrecen una calidad de sonido excelente y un ahorro importante en la factura del teléfono.

Por otro lado, hacer llamadas desde la centralita es muy sencillo. Cada uno de los empleados podrá conectarse a su extensión desde cualquier lugar y dispositivo conectado a Internet:  podrán hacerlo desde el ordenador de su puesto de trabajo o desde su móvil particular sin importar el lugar donde se encuentren y emitir llamadas salientes mostrando el número fijo de la empresa, así como podrán recibir todas las llamadas desde la centralita.

En definitiva, disponer de una Centralita Telefónica Virtual es un elemento indispensable que mejora la empresa en muchos aspectos: control y gestión de las llamadas telefónicas, ahorro de costes de inversión y mantenimiento, integración con programas de gestión empresarial (herramientas CRM y de Marketing), etc., dando como resultado un incremento sustancial en sus relaciones comerciales y en la imagen corporativa que los clientes tienen de su empresa.

Números de tarificación adicional: Todo lo que debes saber.

¿Has tenido alguna vez una sorpresa en tu factura telefónica? Muchas administraciones, empresas y profesionales tienen números especiales de tarificación adicional con los que prestan sus servicios o facilitan información. Hay que tener cuidado y conocer bien las características del número al que estamos llamando para no aumentar nuestro gasto telefónico.

Hoy en día, casi todos tenemos tarifas planas o llamadas ilimitadas para el teléfono fijo o móvil, teniendo así controlado el gasto mensual y que nuestras llamadas no representen ningún susto en la factura. Pero podemos encontrarnos verdaderos disgustos si, por dejadez o desconocimiento, llamamos a números que creemos gratuitos pero que realmente no lo son.

Los números de tarificación adicional pueden conllevar importantes costes en la factura telefónica que debemos conocer.

NÚMEROS DE COBRO REVERTIDO AUTOMÁTICOS (800 Y 900)
Con estos no hay motivo de preocupación. El cobro revertido automático significa que tú llamas, pero el que paga es quien recibe la llamada, es decir, la empresa o compañía que tiene contratado ese número y recibe la llamada.

Los números 800 y 900 son empleados habitualmente por muchas compañías (bancos, aseguradoras, otro tipo de empresas) o instituciones públicas para prestar servicios de información, atención a clientes y asistencia técnica de carácter gratuito a usuarios. Sí es importante destacar que, normalmente, este tipo de numeración está restringida para uso nacional, así que cuidado con utilizarlos desde el extranjero, ya que en ese caso puede que la llamada se considere internacional, dejando de ser gratuita y generando importantes costes para el usuario.

LOS NÚMEROS 901 Y 902
Con estos, sí hay que pagar. Sin duda, son los que más recelos y dudas generan, aunque si se utilizan con conocimiento de causa y prudencia, no suelen tener unos costes excesivos.

En el caso de los 902, su nombre técnico es «números de tarifas especiales sin retribución para el llamado». Esto quiere decir que la empresa a la que llamas no recibe dinero por esa llamada, pero tú como usuario pagas el coste íntegro de la llamada. Hay que tener en cuenta que los costes de estas llamadas pueden variar según operador y normalmente se aplican precios bastante más altos si llamas desde móvil que llamando desde una línea fija.

Ha sido tal el abuso al que se llegó con esta numeración, que se promulgó una norma por la que las compañías de gas y luz tenían prohibido utilizar los 902 para Atención al Cliente. Desde 2020, esta prohibición se ha extendido a todas las empresas que ofrecen servicios básicos al consumidor (energía, agua, financieros, seguros, transportes sanitarios…), que deberán utilizar obligatoriamente una numeración gratuita (800 o 900).

En el caso de los 901, el coste de la llamada será compartido y el importe a pagar será menor que si llamamos a un 902 porque su coste se reparte entre el usuario, que pagará una parte, y la empresa que tiene contratado el servicio 901, que pagará la cantidad restante.

Normalmente, estos números de tarifación adicional 901 y 902 suelen estar asociados a números de teléfonos ‘normales’ de la empresa con los mismos servicios y que (en algunos casos) podemos averiguar desde la web https://www.nomas900.org y otras similares.

EL 905
Este es el número típico de los concursos de la tele. Estos números se utilizan para gestionar las llamadas de usuarios que quieren hacerse millonarios o ganar algún premio vía teléfono. Están dentro de los servicios de tarificación adicional y se paga un importe fijo por llamada que, normalmente, suelen informar en letra muy minúscula.

LOS TEMIDOS 803, 806 Y 807
Llegamos a números peligrosos. Estos números nos pueden suponer verdaderos disgustos al recibir la factura telefónica. Están pensados para que la empresa que dispone de estas numeraciones pueda recibir dinero por el tiempo dedicado en atender llamadas. Hablamos normalmente de servicios de ocio y entretenimiento y se clasifican en tres bloques:

  • 803: Servicios exclusivos de adultos.
  • 806: Servicios de ocio y entretenimiento.
  • 807: Servicios profesionales.

Es importante fijarse en la cifra siguiente que sigue al prefijo (803x). El coste de estas llamadas viene definido por la 4ª cifra y determina el rango de tarifas bajo el que se encuadra la llamada: cuanto más alta sea más caro el precio/minuto. ¿Y cuál es el precio máximo? El que decida la empresa que te ofrece el servicio, así que ¡mucho cuidado!

LOS NÚMEROS 118xx
Son números cortos de cinco dígitos y se usan como ‘guía telefónica’ para el usuario. Hay muchas empresas que los ofrecen aunque hoy en día y gracias a Internet, no es muy habitual que necesitemos llamar para consultar el número de teléfono de otro abonado, el de un restaurante o el de una tienda. Las tarifas de estos números no están reguladas y son todas de tarificación adicional, así que puedes encontrar muchos precios, casi todos realmente desproporcionados. En todo caso, cuando llamas tienes derecho a escuchar una locución en la que se te informa del precio por minuto.

Esta numeración dispone de ‘progresión de llamada’, es decir, en lugar de darte el número por el que consultas, la empresa o servicio se ofrecerá a hacer por ti la llamada o transferirla. ¿Cortesía? ¿Amabilidad? No te fíes: la llamada la harán ellos, pero te seguirán cobrando como si estuvieses hablando con el 118 todo el tiempo, con lo que una llamada que iba a ser de pocos segundos se puede alargar durante varios minutos, dando como resultado un buen agujero en tu bolsillo.

Hasta aquí, el repaso a los números de tarifación especial. Esperamos haber arrojado algo de luz sobre este tema y si necesitas más información acerca de los costes de este tipo de llamadas en nuestras tarifas, no dudes en contactar con nosotros.